Tras la tenue cortina de la alcoba, está el jardín envuelto en luz dorada/ La cuna, casi en sombra. El niño duerme/ Dos hadas laboriosas lo acompañan,/ hilando de los sueños sutiles/ copos en ruecas de marfil y plata… (Antonio Machado)

En un tiempo en el que predomina el concepto barato y burdo de «usar y tirar», a veces encuentro pequeños tesoros escondidos con aroma a librerías antiguas que esconden verdaderas obras de arte y mágicos tesoros olvidados.

Le Mimosh es uno de esos tesoros y Beatriz Franco su creadora. Y es una suerte porque lo cierto es que busco incansablemente que cada espacio de mi casa, de mi vida, de mi alma, sea diferente al del resto del mundo… ¿De qué sirve que todas las habitaciones tengan la misma alfombra? ¿Todo el mundo vistiendo el mismo abrigo? ¿Todo el mundo pensando igual?…

Le Mimosh, preciosa marca de decoración infantil, evoca la magia de un bosque de cuento, sus ramas, sus hojas y los animales que lo habitan. Así se define en su página y así es el aroma que desprenden sus tejidos de lino lavado que tan mimosamente se han confeccionado a mano para los pequeños duendes y hadas de la casa.

Sus creaciones están llenas de colores suaves, pasteles, y desprenden esa calidez única, propia de los trabajos hechos con materiales exclusivos y con mucho amor. Me encanta su filosofía y la luz suave, dorada, tamizada por las hojas de los árboles en una deliciosa tarde de otoño, que desprende. Son habitaciones en las que parece reinar la paz y en las que únicamente se pueden percibir las risas de niños felices arrullados por el susurro del agua que corre libre montaña abajo, mecidos por una suave brisa…

Algunos lienzos del recuerdo tienen/ luz de jardín y soledad de campo; / la placidez del sueño vive/ en el paisaje familiar soñado… (Antonio Machado)

Todos sus textiles y complementos son personalizables, lo que los hace aún más especiales y cuidados, siempre respetando el carácter de su marca: elaboración artesanal, materiales de primera calidad y ecológicos y un trato exquisito. Os invito a que os paséis por su página y os dejéis llevar de la mano de los pequeños habitantes del bosque, inspiréis profundo y volved al País de Nunca Jamás, territorio de sueños y de almas verdaderas e inspiradoras, huyendo de la contaminación y plastificación que nos rodea…

«La poesía vive en jarrones vacíos, detrás de las puertas que nadie abre/ En los jardines con complejo de selva/ En los charcos que hay bajo los columpios / En las piscinas cuando llueve/ En los espejos donde sólo se mira el polvo/ En los silencios que nadie rompe/ En los tejados de las cosas que se empezaron por allí/ En los cajones que cierran mal/ en el filo de unas tijeras que no cortan/ En las revista de moda que ya pasaron/ En las velas apagadas/ En los frascos de colonia vacíos/ En los relojes que sólo dan bien la hora una vez al día porque nadie les da cuerda/ En las esquinas de los círculos… La poesía vive allí… (Emma Baizan)

Feliz domingo…

Bso: El sueño de las hadas